La venta de viviendas y la firma de hipotecas frenan en seco

 

La venta de viviendas en España ha registrado el mayor descenso interanual desde que el mercado tocó fondo en el año 2013. Los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y por los notarios, correspondientes a la compraventa de viviendas y la firma de hipotecas durante el mes de junio de 2019, han registrado bajadas importantes en términos mensuales e interanuales.

Los principales motivos que están haciendo mella en el sector residencial son los cambios normativos, la falta de Gobierno y, sobre todo, la ralentización económica. Este escenario está provocando que los compradores retrasen la toma de decisiones a la hora de comprar, o incluso que se replanteen su intención de comprar. La incertidumbre política no ayuda a dinamizar el sector, mientras que la incertidumbre económica influye a medio y largo plazo en las expectativas de los compradores. En el mercado inmobiliario es imprescindible la expectativa para afrontar o contemplar la compra de vivienda.

La ralentización global está pasando factura al crecimiento económico del país

El paro baja poco y aumentan los ocupados temporalmente. Según los datos del Ministerio de Trabajo, el paro vivió el peor mes de julio desde 2008, con una bajada de apenas 4.253 personas, con una tasa de paro que todavía supera el 14%, por encima de la media europea.

Por otro lado, la Seguridad Social tiene más afiliados que nunca, aunque según los datos, más de la mitad de los nuevos asalariados de la última década tiene un contrato temporal y hay más de tres millones de empleados que duran menos de una semana en su puesto de trabajo.

Las hipotecas firman su peor dato desde 2013 en el mes de junio, con una bajada del 16,2% interanual, según los notarios. Es la mayor caída en seis años y, según los expertos, además de la incertidumbre política y económica, también ha tenido influencia la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria. En cuanto al número de compraventas de viviendas, según los datos del INE, en junio se traspasaron casi un 14% menos que un mes antes y un 9% menos interanual.

 

 

Los inversores frenan sus movimientos

Muchos inversores están paralizando nuevas operaciones porque, demás de los condicionantes políticos y económicos, está haciendo mella en el mercado de la vivienda la nueva ley del alquiler. La normativa se aprobó el pasado mes de marzo, y trajo consigo medidas como nuevos límites a las fianzas que pueden exigirse a los inquilinos y una ampliación de la duración de los contratos, que pasan a ser de cinco años, en el caso de que el dueño sea una persona física, y a siete si es una empresa. Por si estas medidas no fuesen suficientes, parece que uno de los grandes objetivos económicos del gobierno de Sánchez  es frenar el precio del alquiler, por lo que no se descarta que se tomen medidas como limitar su precio máximo a través de índices de referencia, lo que añade aún más incertidumbre al sector.

 

(Es una información de septiembre de 2019)